Presión alta y deporte: cómo moverte sin poner en riesgo tu salud

La hipertensión arterial es una condición que afecta a millones de personas en el mundo, y muchas veces se desarrolla sin síntomas evidentes. Sin embargo, eso no significa que quienes la padecen deban llevar una vida sedentaria.

Al contrario: el ejercicio, bien hecho y supervisado, puede ser un gran aliado para controlar la presión.

Si vivís con presión alta y te gusta mantenerte activo, este artículo es para vos.

¿Es seguro hacer ejercicio con presión alta?

La respuesta corta es: sí, pero con precaución.

Hacer actividad física de forma regular ayuda a reducir los niveles de presión arterial, mejora la salud cardiovascular y aumenta tu energía diaria.

Sin embargo, el tipo de ejercicio, la intensidad y la frecuencia deben adaptarse a tu condición. Y, sobre todo, deben ser supervisados por un médico o especialista.

Beneficios del ejercicio para personas con hipertensión

• Mejora la circulación y fortalece el corazón.

• Reduce el estrés, un factor que puede aumentar la presión.

• Contribuye a mantener un peso saludable.

• Ayuda a descansar mejor y estabiliza el estado de ánimo.

Ejercicios recomendados

✔️ Actividades aeróbicas moderadas: caminar, nadar, andar en bicicleta o hacer elíptica.

✔️ Ejercicios de movilidad y respiración: yoga suave, pilates, tai chi.

✔️ Entrenamiento de fuerza ligero: siempre con poco peso y sin contener la respiración.

Lo ideal es practicar al menos 30 minutos diarios, cinco veces a la semana, adaptando siempre a tu ritmo y capacidad.

Ejercicios a evitar o manejar con cuidado

⚠️ Entrenamientos de alta intensidad sin control.

⚠️ Levantamiento de pesas muy pesadas o ejercicios con esfuerzo isométrico (donde se contiene la respiración).

⚠️ Deportes extremos o competitivos sin evaluación previa.

Si durante el ejercicio sentís mareo, dolor de cabeza, dificultad para respirar o visión borrosa, detenete de inmediato y consultá a un profesional.

Consejos prácticos para entrenar con presión alta

• Controlá tu presión regularmente, sobre todo antes y después de hacer ejercicio.

• Hidratate bien, incluso si no tenés sed.

• No entrenés bajo temperaturas extremas o en condiciones de mucho calor.

• Usá ropa cómoda y evitá ejercicios que impliquen agacharse y levantarse bruscamente.

Siempre con asesoría profesional

Es fundamental comprender que no hay un plan de ejercicio igual para todos. Aunque el deporte es un gran aliado de la salud, cada cuerpo tiene sus límites y necesidades específicas.

👉 Antes de comenzar o modificar cualquier rutina de entrenamiento, consultá con un médico o especialista en salud cardiovascular.

Con su guía, vas a poder disfrutar del movimiento, mejorar tu bienestar y hacerlo de forma segura.

Tener presión alta no es una sentencia para quedarse quieto. Con información adecuada, responsabilidad y acompañamiento médico, podés mantenerte activo, fuerte y saludable.

Porque en GORILLAS creemos que cuidar el cuerpo también es parte del rendimiento, dentro y fuera del deporte. 🚴‍♂️🔥