Gorillas Hell no es para principiantes. Es una salsa para valientes que buscan elevar sus platos con un picante real y duradero, pero con suficiente equilibrio como para complementar una amplia variedad de recetas. Usala con respeto, y tus comidas nunca volverán a ser iguales.

Tacos de cerdo mechado
La grasa del cerdo contrasta perfectamente con el picante brutal de la salsa. El Carolina Reaper limpia el paladar entre bocado y bocado.

Chorreadas con natilla
La dulzura del maíz y la suavidad de la natilla se equilibran con el golpe de fuego de Gorillas Hell. Una fusión de contrastes sorprendente.

Empanadas
La textura crocante y el relleno suave se elevan con unas gotas de esta salsa. El vinagre y la sal potencian el sabor del frijol.

Olla e´ carne
Este plato de cocción lenta y sabores suaves necesita algo que lo despierte. Gorillas Hell aporta chispa sin ocultar los ingredientes.

Gallos de salchichón o chorizo criollo
Ideal para los que quieren intensificar el picante de estos embutidos. El aceite de oliva ayuda a distribuir el calor en cada mordida.

Hamburguesa con queso cheddar y tocino
La salsa se mezcla perfectamente con la grasa del tocino y el queso. Añade carácter sin volverse invasiva si se dosifica bien.

Pad Thai con pollo
Lo dulce y ácido del plato se complementa con el picante agresivo de la salsa, llevando el nivel de intensidad a otro nivel.

Alitas estilo Buffalo
Mezclada con mantequilla o sola como baño final, Gorillas Hell convierte unas alitas comunes en una experiencia extrema para fanáticos del fuego.

Tacos de birria 
La birria tiene fuerza y sabor profundo; esta salsa lo potencia con su intensidad y notas de vinagre que equilibran la grasa.

Pizza margarita o pepperoni
Unas gotas sobre una pizza recién salida del horno intensifican el sabor del tomate, el queso derretido y los embutidos, sin opacarlos.